…como camino de autoconocimiento
La astrología, como camino hacia el conocimiento profundo de la potencialidad y debilidad del ser, funda su cimiento en la relación de semejanza entre el movimiento del cosmos y el tiempo interno de la esencia humana, como el principio universal cita “como es arriba, es abajo; como es adentro, es afuera.”
Mediante el significado de los arquetipos representados por los grandes dioses celestes y los signos con sus polaridades, ritmos y elementos relacionados en una danza de luces y sombras, con sus infinitas combinaciones; sus principios y tendencias reflejan las características que apreciamos tanto en nosotros mismos, como en cada ser que nos rodea.
Gracias a los principios de correspondencia y vibración, el saber astrológico se dedica a interpretar las peculiares tendencias de la personalidad, basándose en el primer momento en el que el hombre hace su inspiración en el plano terrenal, en ella quedan guardadas las impresiones y movimientos planetarios proyectados en el inconsciente colectivo, dando lugar a la conformación de la identidad que irá gestándose durante el desarrollo de la consciencia. De esta manera hallamos la conexión entre los atributos cósmicos y la interioridad
del individuo, quienes se materializarán en el entramado de las casas zodiacales, regidas por cada uno de sus signos.
Es claro destacar, que mediante el conocimiento de este saber ancestral logramos constituir una guía para desplegar las energías potenciadoras y poner un punto de inflexión en los aspectos a elaborar, siguiendo el despliegue de nuestra naturaleza esencial.
Sumergirse en el estudio astrológico es ponerse en contacto con las fuerzas sutiles que acompañan desde tiempos inmemorables, comprendiendo que, como civilización, hallamos el camino de regreso a la integración contemplando los secretos ofrecidos por la gran bóveda celeste.
¡Gracias por estar del otro lado, por leer y permitirme formar parte del entramado cósmico que conecta nuestras vidas!
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Con cariño,
Angie ⭐️
